dimarts, 19 de gener del 2010

Bajo el objetivo: Vigilados sin piedad


Estamos vigilados. Cámaras en todos los lugares. Teléfonos móviles que se pueden rastrear. El uso de las tarjetas de crédito. Las redes sociales. Son tecnologías que a parte de ser útiles para el usuario, son perjudiciales por la facilidad de vulnerar nuestra intimidad.


La grabación de imágenes a través de cámaras de seguridad es una de las muchas prácticas espiatorias que cada vez son más habituales en empresas, comercios, colegios y establecimientos públicos. Bajo el argumento de que las cámaras de seguridad garantizan que todo quede grabado y, en caso de que exista un delito, mediante la grabación, poder ayudar a la investigación policial. Este argumento queda en entre dicho cuando más de una vez, la grabación no sirve para identificar el delito y al delicuente, sino para que la investigación se desarrolle por caminos errantes y otras muchas veces sirven solamente para vulnerar el derecho a la intimidad.



Es cierto que en España hay reglas y leyes para instalar y administrar diferentes equipos de seguridad. La entidad encargada de legislar y velar por el buen uso de dichas tecnologías es la Agencia Española de Protección de datos. Mediante la normativa se intenta que el derecho a la intimidad no sea vulnerado pero como toda legislación tiene sus abusos y sus agujeros. Por eso es importante que el ciudadano de a pie conozca sus derechos, los derechos de su imagen. Estas leyes son desconocidas porque no son correctamente divulgadas por los organismos en cuestión y hace que sea aun más fácil vulnerar las reglas y con ello la intimidad del ciudadano. En España “gozamos” de una legislación que en otros países en la actualidad no existe.


La polémica seguridad versus intimidad resulta compleja. Si hubiera una legislación fuerte i coherente e instituciones que velaran correctamente la intimidad, además de informar correctamente al ciudadano de sus derechos, probablemente otro gallo cantaría. Muchos han sido las películas que han reflejado las consecuencias de espiar mediante los diferentes medios tecnológicos. El film de acción, Enemigo Público, protagonizado por Will Smith fue una de las primeras películas, junto con el film El show de Truman, que demuestran como pueden ser utilizadas malintencionadamente estas tecnologías para poder espiar la intimidad de un ciudadano.


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